Elecciones, que dan poder a una minoría política parasitaria, los sectores ligados a la Tiranía y por cierto al pinochetismo, sin Pinochet.

 De la Garrapata en la WEBs

Visita nuestro blogs: http://www.hijosdelarebeldia.blogspot.com

Elecciones que dan poder a una minoría política parasitaria, los sectores ligados a la Tiranía y por cierto al pinochetismo, sin Pinochet.

Por: Nikolás Friedman

A menos de un mes de realizarse las “elecciones”, para “cambiar”, la constitución pinochetista, base de todas las injusticias, corrupción, destrucción y robo del Estado, negocios mal habidos, y crímenes de lesa humanidad en contra de los pueblos que habitan esta tierra, nos encontramos frente a una nueva trampa electoral. Si bien es cierto, no hay que ser muy entendido en materias de ciencia políticas y sociales para dilucidar un resultado obvio, de estas elecciones, ya que el apruebo arrasará y obtendrá un resultado mucho mejor del cual se obtuvo entre el SI y el NO, pero que como dije es un trampa, una quimera inmoral, este triunfo electoral solo significara una sola cosa, abandono, muerte, injusticas de todo índoles, devastación, enajenación, asesinatos políticos y robos por doquier.

Ahora esta quimera, o elección tendrá dos objetivos en sí; “la ciudadanía dispondrá de dos cédulas electorales. La primera contendrá la siguiente pregunta: "¿Quiere usted una Nueva Constitución?". Bajo la cuestión planteada habrá dos rayas horizontales, una al lado de la otra. La primera línea tendrá en su parte inferior la expresión "Apruebo" y la segunda, la expresión "Rechazo", a fin de que el elector pueda marcar su preferencia sobre una de las alternativas.

La segunda cédula contendrá la pregunta: "¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución?". Bajo la cuestión planteada habrá dos rayas horizontales, una al lado de la otra. La primera de ellas tendrá en su parte inferior la expresión "Convención Mixta Constitucional" y la segunda, la expresión "Convención Constitucional". Bajo la expresión "Convención Mixta Constitucional" se incorporará la oración: "Integrada en partes iguales por miembros elegidos popularmente y parlamentarios o parlamentarias en ejercicio". Bajo la expresión "Convención Constitucional" se incorporará la oración: "Integrada exclusivamente por miembros elegidos popularmente", a fin de que el elector pueda marcar su preferencia sobre una de las alternativas”. Ahora de donde surgirán esos cándidos que pueden ser elegidos por voto popular, de la misma maquinaria corrupta, inmoral de las oligarquías y sus aliados, ya que ningún ciudadano común podrá vencer a esa maquinaria del pinochetismo, sin organizarse para lucha para vencer.

Al hueso, este proceso tiene un reglamentación respecto a cómo el órgano constituyente debe aprobar las normas y el reglamento de votación, del punto número 6 del acuerdo, el cual establece un quórum de dos tercios para la aprobación de las mociones constitucionales. Asegurando el continuismo pinochetista y por cierto su institucionalidad en el “Congreso”, lo que significa más poder de veto a una minoría reaccionaria y recalcitrante, es decir, el tercio más uno de los integrantes de la cámara, para rechazar cualquier acuerdo de mayoría simple, que no es otra cosa que la representación actual de las dos fracciones de la oligarquía y sus correspondientes aliados. Y la selección de los Convencionalistas quedará bajo el control de la Casta Política, la misma que fraudulentamente firmó el Acuerdo por la Paz. Con esto la representatividad ciudadana es virtualmente nula asegurándole nuevamente el poder a las oligarquías, por décadas más.

Pero la situación política jurídica empeora más, la nueva constitución tutelada por el pinochetismo tendrá un tiempo de funcionamiento de un año máximo (9 meses de funcionamiento regular, más 3 meses de prórroga que se solicitará al congreso), recién ahí, la nueva constitución será ratificada en una votación obligatoria por toda la población, la cual podría y esta tendrá vida propia solo a fines del año 2021 o comienzos del año 2022, si es que no ocurre nada en el camino.

Para empezar las oligarquías (la social democracia o ex concertación y aliados PC, FA, y la derecha, ambos neoliberales), estos están jugando con fuego terminal, un fuego de dragón. Los primeros nuevamente aparecen como grandes demócratas, luchadores de la justicia, de los derechos políticos, sociales, civiles, y por cierto de la honestidad, pero son asesinos, ladrones carniceros, y miserables que se han burlado y nos han sometido estas últimas 4 décadas a todos los pueblos a sobrevivir, resistir el hambre y los abusos políticos represivos de todo orden, ya que ellos son administradores y perfeccionaron la institucionalidad neoliberal pinochetista, hasta hacerla suya.

Lo que queda claro es que se establece un proceso constituyente sin una Asamblea Constituyente, sino una Convención Constituyente que actualmente no establece ni contempla  paridad de género sin cuotas para pueblos originarios, ni garantías para la participación de independientes y con un quórum que da poder de veto a una minoría política, la de los sectores ligados a la Tiranía y por cierto al pinochetismo.

Yuxtapuesto a ellos nos encontramos con la derecha atomizada con muchas vertientes seudo democráticas, que muchos ven o creen entender, que ellos se están tratando de reinventarse, para alejarse de pinochetismo, lo que escuchamos decir a veces, “la nueva derecha”, pero eso no es así, ellos nunca han estado a la defensiva, siempre están a la ofensiva política militar. Solo es un disfraz hipócrita, propio de rastreros que se alimentan en los cementerios, abriendo tumbas para robarle a los muertos y esa calificación es poca, ya que son regicidas, putrefactos y fascistas.

Del Artículo 135, (Proyecto de reforma constitucional: en sus Disposiciones especiales). “El texto de Nueva Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”. Es decir, pinochetismo sin Pinochet nuevamente, el marco de la institucionalidad de la Constitución de 1980, seguirá siendo la cancha de esta nueva constitución anti democrática e ilegal.

Del  Artículo 139. De la integración de la Convención Mixta Constitucional.

La Convención Mixta Constitucional estará integrada por 172 miembros, de los cuales 86 corresponderán a ciudadanos electos especialmente para estos efectos y 86 parlamentarios que serán elegidos por el Congreso Pleno, conformado por todos los senadores y diputados en ejercicio, los que podrán presentar listas o pactos electorales, y se elegirán de acuerdo al sistema establecido en el artículo 121 del decreto con fuerza de ley Nº 2, del año 2017, en buen chileno asambleístas designados por la oligarquías (pinochetismo). Además, los habitantes de los pueblos que quisieran ser parte de esta nueva institucionalidad, deben ser parte de un partido político de las oligarquías o, sus aliados, y como guinda de la torta las oligarquías sacan de bajo la manga, el Articulo ley 21200, Inc., 3º, los convencionales no pueden ejercer el poder constituyente originario por expresa prohibición de los legisladores, es decir, no pueden cambiar nada del orden neoliberal pinochetista establecido.

Ante este confuso panorama político creado, por cierto, para aturdir mentes, crear confusión ideológica, como dispersión política, en otras palabras diversionismo político electoral para evitar que la gente discuta o apruebe algo con (claridad, informado, con leyes realmente democráticas), todo esto es usado para que las masas ocupen todo el tiempo en cosas secundarias, sin sentido, que de fondo es la anulación política de la democracia misma por los votantes (una tragedia a los valores democráticos) para así, se desvíen de la atención, de lo real, hacia temas diferente al que se está discutiendo.

Una de las fracciones de la oligarquía está golpeando el avispero de fascistas, pinochetistas, como nazis, estos están usando cuantos elementos sociales, de seguridad, pandemia, terrorismo de Estado y paros patronales, terrorismo selectivo de clase como religioso, a través de marchas, actos masivos, usando las redes sociales, etc., cuanta acción política confrontacional que tengan a su mano, usan para atemorizar a la población frente a las próximas elecciones para crear la psicosis del miedo a través de los medios masivos de desinformación, todo esto para crear las condiciones políticas para golpear y mantener el orden establecido.

Mientas se desarrollan todos estos elementos políticos confrontacionales, como de diversionismo político con claros tintes de terrorismo fascista para dar un golpe político militar, la izquierda, me refiero a la izquierda que de una u otra forma se expresó en la lucha callejera, mientras esta no de un salto ideológico y entienda que para crear las condiciones políticas necesarias, para la independencia política económica, la democracia directa, la justica social, la revolución para llegar al socialismo, hay que crear una organización nueva.

La lucha callejera debe superar la simple confrontación social hormonal dispersa, una suerte de confrontación de aparatos, que desarrollaron cientos de miles de muchos y muchas por todo el país, mal llamados primera línea, sin organización) entre la “primera línea” y los aparatos policiales militarizados del Estado neoliberal opresor, ya que al caer en eso pierdes la iniciativa política, es decir, la lucha callejera sin objetivos políticos estratégicos claros se diluye, pierden fuerza y termina desalentando a las masas.

A la falta de un instrumento político, la lucha callejera pierde su sentido de clase, se trasforma en una revuelta callejera con un fin en sí misma, autorreferencial a los grupos nada más, al confundir al enemigo inmediato, se crean todas las condiciones políticas para la derrota. La lucha callejera generada desde 18 de octubre, para ellos, su enemigo inmediato eran las fuerzas fascistas represivas, cuando esos carniceros solo reciben órdenes de los verdaderos enemigos de clase y de los pueblos, las oligarquías.

Ahora donde están los grupos que se identifican con los ácratas (dispersos), los A.C.A.B. (y ojo, del acrónimo de la frase inglesa, traducido al español, “Todos los policías son bastardos”), o los seudo revolucionarios (arrastrando la lucha histórica digna de los 80s, cuando son traidores) con banderas trasnochas que tratan de levantar muertos  (organización) o en su efecto colocarlos en la mesa, ahora estos no pueden usar la capucha, el video, la imagen, el mural, o la simple bandera, pues bien esa es una lucha hormonal moleste a quien le moleste, delante de ella está la cuestión social, por lo social hasta lo referencial, que responder al sentir inmediato de un gurú de turno, negando la necesidad histórica de organizar a las masas en torno a un instrumento político nuevo.

De la Editorial