De la Garrapata en la Webs
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Por:
Nikolás Friedman
En un
sistema de sometimiento de clase, etnia, que tiranizó a millones de seres
humanos solo basados por su color de piel, en un pensamiento de superioridad de
raza, en una visión economicista de “libre mercado” que encubría la esclavitud
del hombre contra el hombre, hasta estos días. Con su religión falsa, como
hipócrita y terrorista de naciones y pueblo conjugado en una sensación de
júbilo que da el “dinero” sucio con sangre, que condenó, naciones, pueblos a
millones de seres humanos a la esclavitud y la explotación, una forma de vida
entre barrotes, latigazos, y balas, una quimera que tienen nombre y apellido
capitalismo neocolonialista, que en su forma y fondo están basados en terror,
el desprecio, y el odio.
Su simulada democracia fragmentada o destruida según las contradicciones de clase una y otra vez por ellos mismos, porque los capitalistas cuando no les sirve algo lo vende, lo destruye o simplemente reniega de ello y se transforma en algo más miserable que en su forma y fondo su “democracia”, es una doctrina que cambia según la situación histórica, pero esencia, es su superioridad social y cultural, que en resumen es una falacia desde la D, hasta A.
Su sistema
económico se cae a pedazos que lentamente van perdiendo sus esferas de poder,
sus tentáculos, sus garras, con su “moral” fermentada, nauseabunda cada vez
están más desgastada, desgarrada, y sí, es cierto que entre sus palpos y zarpas
hay restos de millones de seres humanos, la sangre del indefenso gotea entre
sus garras y tentáculos, pero estos esclavistas del trabajador asalariado jamás
le ha importado, ya que ellos se fortalecen con la sangre de inocentes.
Una clase
política fracasada que solo pudo existir gracias al genocidio, la explotación,
y la esclavitud asalariada. Desde todos los rincones del mundo, millones de
seres humanos, que no son de segunda por su condición de clase, de color de
piel, por pensar o tener un Dios diferente, argumento mediocre que tanto les gusta
decir a los nazis y fascistas. Son las masas, son los explotados en todos los
sentidos, los pobres encubiertos y alienados, salvándose del día a día, que no
llegan al fin de mes, que despiertan, se organizan, se levantan en lucha contra
la dominación y la miseria.
Los populares sin organización política o un instrumento político para los cambios necesarios han dicho basta, y no solo una vez lo vienen diciendo entre periodos de 10 a 15 años, cada vez que se rebelan. Pero los pueblos no constan, no tienen una organización política-revolucionaria. La izquierda revolucionaria chilena dejó de serlo, hoy es autorreferencial al gurú del grupo, hoy es socio-cultural a su programa y no escucha, es más muchas de ellas ahora son contrarrevolucionarias cuando imponen sus discernimientos de “lucha”, y “formas de organización” obligando a los pueblos a seguirlos, así corrompen la esencia del Socialismo, invirtiendo el Centralismo Democrático, sin escuchar las necesidades políticas, sociales, y culturales de los pueblos.
Una
imposición política usando un “programa” pseudo revolucionario, porque hablar
de lucha armada sin desarrollar esa lucha, no es de revolucionario, la lucha
armada es de vital importancia para resolver las tareas de la toma del poder,
así como mantenerse en él, al aislarnos perdemos el cable a tierra con las
masas, con esa inconsecuencia de principios, con ese des-criterio político de
clase, difuso, extemporáneos donde no se ven las necesidades o urgencias
sociales de las masas, al no respetar los niveles de conciencia de clase y
política de las masas, quedamos aislados.
Ahí está el caso, de los anarquistas que llamaron votar en contra en las elecciones pasadas del 4/9, (donde hubo fraude, es más fue un golpe de Estado comunicacional) dejando a sectores populares y las masas en general, en la confusiòn, en una total contradcciòn, y en manos residuales del fascismo, la socialdemocracia y sectores oportunistas. No entendiendo que los periodos álgidos de lucha de clase y sus contradicciones, no solo se dan en las calles, también están en las urnas. Son periodos donde los revolucionarios hábilmente pueden usar la legalidad del Estado opresor y educar a las masas atrasadas.
En
consecuencia así están los “revolucionarios”, hoy, es más, con ese actuar
contra-revolucionario niegan los procesos sociales al no escuchar a las masas,
no leer y entender las contradicciones de clase respecto a la realidad y el
quehacer. Obstaculizando lo científico-técnico negando lo dialéctico de los
procesos sociales (el programa político, lo estratégico versus su aplicación),
lo que implica una revolución que opera de forma paralela con organización
revolucionaria y todas las fuerzas sociales y el sujeto de la revolución (clase
trabajadora).
Por esto hay que entender que los cambios integrales o revoluciones los hacen los pueblos, las masas organizadas, con objetivos claros, metas realizables. Mientras los “revolucionarios”, de hoy se autodefinen como pueblos, auto-proclamados, auto-convocados, en síntesis terminan reemplazando a las masas, incurriendo en su alejamiento y por ende terminan rechazados por ellas. Y es eso y nada más que eso lo que mató la revolución en Chile, y en los países mal llamados socialistas, donde el partido reemplazó a los pueblos, a las masas.
Es tan
grande el abandono, el aislamiento, el reflujo, la atomización de estos grupos,
organizaciones, con su gurú respectivo, que pasan los años, décadas y se
subdividen como células, pero son cancerígenas, están condenados a la muerte,
una muerte anunciada, porque no hay “justificación”, porque precisamente esas
justificaciones son las que han fortalecido al fascismo. En esencia, en su
fuero interno estos “revolucionarios” “de paja”, como diría el comandante Hugo
Chávez, saben muy bien lo que hacen, saben muy bien lo que dicen y saben muy
bien lo que esconden, y por ende saben muy bien hasta dónde llegarán, como
buenos pequeños burgueses.
Una y otra vez son derrotados por sus mismas contradicciones porque son dogmáticos, conocen de teorías, pero adolecen de la habilidad para llevarlas a cabo, para variar las tácticas según las contradicciones en la guerra, etc., es más estos pseudo revolucionarios le temen a la práctica revolucionaria respecto a lo que implica la toma del poder, en relación a sus formas de lucha y desarrollo, porque al ser honestos, consecuentes así perderán sus privilegios de clase al interior de sus feudo, su secta, el grupo, o lo que ellos llaman organización. Contradicciones que debo recalcar con fuerza, que son cero consecuencia revolucionaria, que se encubren con cuestiones fundamentalmente acomodaticias, más bien financieras (el ser funcionarios), luego las personales, pero que repercuten fuertemente en lo político, es decir, en el què hacer para hacer la revolución y su desarrollo.
¿Por qué?,
ahora no hay sacrificio, no hay entrega, no hay hombre nuevo, son
contradicciones que son derechamente económicas (esa maldición que llaman
ayuda, o ese estipendio económico que anula a los revolucionarios) para
transformarlo en trepadores sociales al interior de una organización revolucionaria,
conducta propia de los capitalistas, de lacayos, inmorales o trepadores
sociales que usan a los grupos, instituciones varias, y organizaciones con
fines espurios, que se caracterizan fundamentalmente por ser manipuladores, que
inflan sus “ideas”, pero menosprecian las correctas.
Eso es una conducta impropia para un revolucionario, que va derechamente por encima de las necesidades de los pueblos, quienes han quedado botados por esos “revolucionarios”. Ya han pasado, 4 años desde el levantamiento, revuelta, rebelión, etc., de las masas, que reflejó demandas multi-sociales, como dispersas, otras económicas por las profundas desigualdades sociales, un sistema político corrupto, como excluyente y genocida, para terminar con quienes solo querían enfrentarse con las fuerzas represivas, pero sin ninguna proyección política, ni de conciencia, más responden al ego, al odio acumulado por años, una acción contestataria o de auto reflejo (odio a los cerdos, a la poli, etc.,).
Y las
“organizaciones de izquierda”, sus “dirigentes”, como sus “militantes”, no han
realizado ningún esfuerzo serio para lograr la unidad de todas las fuerzas
revolucionarias, es decir, la verdadera retaguardia moral de los pueblos, en
teoría. Es más, cada uno en su mundo, en su feudo, mientras el fascismo avanza,
avanza a pasos agigantados y la izquierda, los revolucionarios sufren de una
década sabática, cuando si se lograra la unidad de todos, se lograría la unidad
de los pueblos y de eso un paso a luchar por el hombre nuevo.
Los pueblos
han dicho basta de injusticias por décadas y los “revolucionaros” no escuchan,
los pueblos han dicho basta a las mentiras vengan de donde vengan, y los
“revolucionarios” no escuchan, los pueblos han dicho basta de políticas de
acuerdos, que nada bueno le han dejado a los pueblos y los “revolucionarios” no
escuchan, los populares salen a las calles a luchar, a exigir justicia y los
“revolucionarios” no escuchan, los populares pierden un ojo, o los dos, son
flagelados, torturados hasta la muerte, y los “revolucionarios” los han dejado
solos.
Que nos
queda, un solo camino que es construir un instrumento político revolucionario
nuevo, de lo contrario estamos perdidos y lo que es peor los revolucionarios no
lo asumen, no le ven, ¿será?, que estamos “derrotados estratégicamente”, que no
somos capaces de ver más allá de nuestras lineamientos políticos ego-centrales,
fantasiosos, lejos, pero muy lejos de la realidad.
Y no quiero terminar este material sin mencionar esto. No se dejen engañar, manipular ni por “revolucionarios” de vitrina, ni por terroristas de Estado, ellos son los verdaderos asesinos de los pueblos; los Aylwin, los Frei, los Lagos, los Bachelet, los Piñera, los Boric, y algunos sectores del PC. Toda una clase política podrida, genocida, quienes humillan, agreden, denigran y violentan a los pueblos, cuando suben artificialmente el valor del; pan, el gas, las papas, el arroz, la parafina, los pasajes del transporte privado y el Transantiago, etc.
Son ellos,
quienes agreden y violentan a nuestros pueblos, cuando permiten el uso y
consumo de pasta base, marihuana, alcohol, el cierre de colegios por insalubres
(sin baños, con goteras, sin calefacción, sin una comida decente), con la
paralización de la construcción de hospitales, etc., o ataque de los medios
populares de información, eso es otra arma, otro medio de control social hacia
los trabajadores y jóvenes, son ellos los terroristas de Estado que sin
capucha, mienten agreden e imponen a los pueblos su democracia del terror, su
institucionalidad autoritaria, su constitución a imagen y semejanza del
fascismo.
Nos atacan
cuando venden a bajos precios lo que tanto cuesta crear de las manos de obreros
y campesinos a las multinacionales o a los ricos del mundo, que no es otra cosa
que nuestros recursos naturales, el agua, la energía, el cobre, el litio, la
celulosa, con las privatizaciones de las carreteras, las industrias
estratégicas, el mar, ríos y la Patagonia como si nuestra nación fuera una
industria y sus habitantes sus “colaboradores” (negando con este término su
condición de clase). Nos atacan cuando agreden, encarcelan, asesinan y roban
las tierras ancestrales del hermano mapuche, quien lucha por la Liberación
Nacional y Popular.
Los pueblos jamás, deben olvidar aquellos REVOLUCIONARIOS, populares, y patriotas quienes fueron dignidad, así como una forma de vida, una forma de lucha, de entrega. Entre las décadas de los 60s, 70s, 80s, (períodos de auge de la lucha de las masas) en los 90 (periodo del alza en la lucha con su desarrollo científico-técnico, fuerza militar propia), y el glorioso y digno 2019 (explosión social antisistémico), fueron ellos, los revolucionarios, combatientes del pueblo quienes entregaron sus vidas por una sociedad justa entregándose por la liberación, ahí están los hermanos del MIR, - Movimiento de Izquierda Revolucionaria – los hermanos del FPMR - Frente Patriótico Manuel Rodríguez – los hermanos del MJL - Movimiento Juvenil Lautaro - y sectores Anarquistas, y el mundo popular quienes tiempo después dieron combate contra la institucionalidad de la Tiranía fascista administrada y perfeccionada por una fracción de la oligarquía la ex concertación.
Son los
revolucionarios que dicen NO al Estado, terrorista chileno y su democracia de
ricos, son los encapuchados de siempre quienes se niegan a ser esclavos del
capitalismo y sus democracias de hambre, y miseria.
De la
Editorial
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